Alimentación durante la lactancia: ¿qué comer?
Una dieta equilibrada puede apoyar la lactancia. Descubre qué comer y qué evitar para una correcta producción de leche y para la salud del bebé.

Dieta durante la lactancia
Además de representar un momento rico en emociones, la lactancia materna es un gesto importante desde el punto de vista nutricional para el pequeño: se le proporcionan al niño todos los nutrientes que necesitará para su crecimiento y su salud. Por eso es importante seguir algunas indicaciones simples.
Dieta durante la lactancia: la importancia de una dieta equilibrada
Durante la lactancia, las necesidades nutricionales de la madre aumentan para apoyar la producción de leche materna. Pero, ¿cuánto comer durante la lactancia? Es importante escuchar a tu cuerpo y comer lo suficiente para satisfacer tus necesidades calóricas aumentadas.
Una madre produce de 750 ml a 1 litro de leche y necesita de 500 a 700 calorías adicionales, una porción de energía fácilmente asimilable con una pequeña cantidad de comida extra. Una dieta equilibrada y completa de todos los nutrientes, con un aporte óptimo de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales, puede ayudar a aumentar la producción de leche y asegurar que el recién nacido reciba todos los nutrientes esenciales.
¿Qué comer durante la lactancia?
Para una madre que amamanta y no tiene problemas clínicos particulares, basta con introducir alimentos y bebidas en cantidad y calidad adecuadas para sentirse bien, consumiendo todas las proteínas, vitaminas y minerales que necesita. No es necesario comer alimentos especiales o evitar algunos durante la lactancia.
El consumo regular de carne, pescado, lácteos, cereales, legumbres, frutas y verduras garantiza a la nueva mamá el aporte de todos los nutrientes indispensables para mantener un nivel óptimo de energía. Una dieta rica en nutrientes no solo apoya la salud de la madre, sino que también puede favorecer la producción de leche y debería incluir:
- Carne blanca, pescado, huevos y lácteos: fuente de proteínas magras y grasas.
- Aceites vegetales crudos, aguacate, nueces y semillas: excelente fuente de ácidos grasos beneficiosos y vitamina E.
- Frutas, verduras y legumbres: ricas en vitaminas y minerales, proporcionan carbohidratos y satisfacen las necesidades de fibras y oligoelementos.
Para quienes se preguntan qué comer para aumentar la leche materna, existen algunos alimentos conocidos por su capacidad para estimular la producción de leche, llamados alimentos galactógenos. Entre los más comunes encontramos avena, semillas de hinojo, verduras de hoja verde, almendras y frutos secos en general.
¿Es posible seguir una dieta vegetariana o vegana durante la lactancia? Sí, es absolutamente posible seguir dietas sin carne y derivados animales durante la lactancia. Las dietas basadas en plantas pueden ser ricas en nutrientes esenciales, pero requieren conciencia para evitar deficiencias. La alimentación vegetariana no presenta problemas, mientras que en la vegana la leche materna puede carecer de vitamina B12, que la mamá debe tomar a través de suplementos.
¿Qué no comer durante la lactancia?
En la dieta para la lactancia no hay alimentos que evitar, ya que en la vida intrauterina el bebé ya se acostumbra a los sabores, gustos o especias. Cuanto más variada sea la alimentación de la mamá, más cambia el sabor de la leche y mayor es el gusto que experimenta el niño.
No hay ningún estudio científico que avale la creencia de que existen algunos alimentos que no deben consumirse durante la lactancia porque podrían influir en el sabor de la leche materna, como el ajo, la cebolla, los espárragos o el brócoli, o que podrían causar alergias, como mariscos, cacahuetes o chocolate. Sin embargo, se recomienda limitar mucho el consumo de alimentos procesados, ricos en grasas hidrogenadas, quesos curados y carnes grasas, ricas en ácidos grasos saturados, además de dulces y bebidas azucaradas.
En cambio, algunos alimentos pueden afectar negativamente el bienestar del recién nacido o la producción de leche. Las bebidas alcohólicas deben evitarse y las que contienen sustancias excitantes, como la cafeína y la teína, deben consumirse con moderación.
Agua en la lactancia, la importancia de la hidratación
Beber líquidos durante el día es fundamental cuando se está amamantando para satisfacer el sentido natural de sed: la madre debe, por lo tanto, beber cuando tiene sed o si nota que su orina es escasa o concentrada. El agua es la mejor bebida hidratante: constituye el 80% de la composición de la leche, regula el equilibrio hidrosalino y favorece la eliminación de desechos. Los jugos o batidos frescos de verduras son una alternativa válida. Los jugos de frutas, incluso los que no tienen azúcares añadidos, deben ser consumidos con moderación.
Alimentación y lactancia: algunos mitos que despejar
Aquí hay algunos de los principales mitos falsos en lo que respecta a la alimentación durante la lactancia:
- Beber cerveza facilita la lactancia: falso. No está documentado que ningún tipo de bebida consumida en abundancia facilite la producción de leche, que depende en gran medida de la correcta succión y anclaje.
- Un vaso de vino no hace daño: verdadero. Un vaso durante la comida está permitido ocasionalmente, pero es recomendable tomar la simple precaución de no amamantar al bebé justo después de haber bebido. Se aconseja, en cambio, eliminar del todo los licores.
- El café y el té deben ser abolidos: falso. No hay pruebas científicas de que sean perjudiciales y que deban ser abolidos. Se debe usar el sentido común, sin exceder de 1-2 tazas al día si se desea. Solo un consumo elevado puede aumentar el riesgo de irritabilidad en el lactante.