Autoalimentación: qué es, cuándo y cómo empezar

Descubre qué es el auto-desarrollo y cómo comenzar a acompañar a tu niño en un camino de alimentación autónoma y consciente.

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Un enfoque de la alimentación basado en la autonomía del bebé

Hacia los 5 o 6 meses de vida del bebé, los padres reciben indicaciones del pediatra para introducir los primeros alimentos sólidos. Este momento delicado del crecimiento requiere una evaluación cuidadosa de las diferentes opciones disponibles. De hecho, existen distintos enfoques para la introducción de alimentos sólidos. Tradicionalmente, el proceso de destete comienza con papillas a base de cereales, frutas y carnes en puré, que se van ampliando progresivamente a otros alimentos.

Sin embargo, existe una alternativa: la alimentación autorregulada (conocida también como baby-led weaning). Este enfoque permite al niño explorar los alimentos por sí mismo, siempre bajo la supervisión de los padres. En este artículo, analizaremos qué es la alimentación autorregulada, cómo funciona y qué beneficios puede ofrecer al bebé.

Alimentación autorregulada: qué es y cuáles son sus beneficios

La alimentación autorregulada, o Baby Led Weaning (BLW), es un enfoque basado en la autonomía y la confianza. En este caso, es el bebé quien decide qué y cuánto comer, fomentando la exploración y una relación saludable con la comida desde las primeras etapas del desarrollo. El principio básico es fácil de entender: si confiamos en que el bebé puede autorregular su consumo de leche, ¿por qué no confiar también en su capacidad para regular otros alimentos?


Los beneficios de la alimentación autorregulada son muchos:

  • Favorece el desarrollo de la autoestima, permitiéndole al niño ser protagonista de su proceso alimenticio.
  • Estimula el desarrollo de habilidades motoras y cognitivas mediante la exploración autónoma de los alimentos.
  • Ayuda a educar el gusto del niño, ya que prueba los alimentos por separado.
  • Promueve una relación saludable con la comida, permitiéndole escuchar y entender las señales de hambre y saciedad.

Los padres juegan un papel fundamental en apoyar y animar al niño durante este proceso, creando un entorno seguro y estimulante, y ofreciendo alimentos adecuados y equilibrados. Por esto mismo, la alimentación familiar también se ve beneficiada, ya que los padres deben seguir una dieta completa y saludable para poder ofrecérsela al niño.


¿Destete tradicional o alimentación autorregulada?


Las principales diferencias entre ambos enfoques son:

  • Control parental: en el destete tradicional, los padres deciden qué y cuánto come el bebé. En cambio, en la alimentación autorregulada, el niño elige entre los alimentos ofrecidos qué probar y en qué cantidad, siempre con supervisión.
  • Selección de alimentos: en el método tradicional, se preparan comidas específicas para el bebé. En el BLW, el bebé accede (con las debidas precauciones) a la comida familiar, sin necesidad de preparar algo distinto para él.
  • Textura de los alimentos: en el destete tradicional se usan purés para facilitar la alimentación. En la alimentación autorregulada, se ofrecen alimentos con distintas texturas y en cortes seguros, fáciles de agarrar.
  • Comidas compartidas: en el BLW, los padres y el bebé comen juntos, generando una experiencia social compartida, a diferencia de lo que ocurre muchas veces en el destete tradicional.

¿Cómo funciona la alimentación autorregulada? Principios clave

Como hemos visto, este enfoque promueve la autonomía y autorregulación del bebé en la introducción de sólidos. Se centra en las necesidades biológicas y habilidades psicomotoras del niño.

 

Algunos principios clave son:

  • El bebé no debe ser alimentado con cuchara por otra persona. Esto le permite controlar lo que come y desarrollar conciencia de su hambre y saciedad.
  • Los alimentos deben ofrecerse en cortes seguros, pero nunca triturados o en puré, para que el bebé pueda manipularlos con las manos y familiarizarse con diferentes texturas.
  • La confianza es esencial: hay que permitir que el niño use sus capacidades innatas de regulación.
  • Las comidas deben ser momentos familiares compartidos, sin cocinar exclusivamente para el bebé, y permitiéndole sentarse a la mesa con todos.

 

Para facilitar esta práctica, existen sillas evolutivas como Chicco Crescendo Up, que se pueden usar desde el nacimiento con hamaca incluida y que, a partir de los 6 meses, permiten que el niño se siente a la mesa con los adultos y participe plenamente en las comidas familiares.

¿Cuándo empezar la alimentación autorregulada?

Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es aconsejable comenzar no antes de los 6 meses de edad. El bebé debe estar preparado física y emocionalmente para este nuevo paso.

Hay que observar ciertos signos psicomotores, como:

  • Interés por la comida
  • Pérdida del reflejo de extrusión (que hace escupir alimentos sólidos)
  • Capacidad de mantenerse sentado sin inclinarse
  • Buena coordinación ojo-mano-boca

Estos signos suelen aparecer entre los 6 y 12 meses. Es importante no apresurarse y respetar el ritmo individual de desarrollo del niño.


Primeros pasos en la alimentación autorregulada: algunos consejos

Una vez decidido empezar, hay algunos puntos importantes a tener en cuenta:

  • La alimentación complementaria no sustituye inmediatamente las tomas de leche. Al principio, se recomienda ofrecer el pecho o biberón unos 30 minutos antes de la comida familiar. Así, el bebé se acercará a los sólidos por curiosidad, no por hambre. Con el tiempo, y a medida que disfrute de los alimentos, las tomas se irán reduciendo.
  • Se debe comenzar con alimentos blandos y fáciles de agarrar, como trozos de fruta madura, verduras cocidas o pan, siempre cortados de forma segura.
  • Es bueno ofrecer una amplia variedad de alimentos, priorizando los productos frescos y de temporada. Una buena guía es el “Plato del Buen Comer”, que ayuda a crear comidas balanceadas y saludables.

 

También hay que evitar ciertos alimentos al inicio. Entre ellos:

  • Miel
  • Leche de vaca como bebida
  • Mariscos
  • Pescados grandes
  • Hongos
  • Sal añadida
  • Azúcar
  • Proteínas crudas (como huevos, carne o pescado)

Antes de comenzar, es fundamental consultar con el pediatra, informarse sobre los cortes y texturas adecuados, y considerar asistir a cursos de primeros auxilios pediátricos, especialmente útiles para saber cómo actuar ante posibles atragantamientos.

Con la información y el apoyo adecuados, es posible practicar la alimentación autorregulada de forma segura, promoviendo el bienestar del niño mientras explora los alimentos por sí mismo.