Juegos y ejercicios de psicomotricidad para cada etapa de la infancia

Los mejores ejercicios para crecer jugando

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Moverse es buen a cualquier edad. Los bebés y niños pequeños aprenden a través del juego, desarrollando no solo habilidades motoras, sino también habilidades socioemocionales y cognitivas. De hecho, la participación regular en ejercicios de habilidades motoras promueve la salud cardiovascular, el desarrollo óseo saludable, la calidad del sueño, el mantenimiento del peso y, en general, el bienestar y el desarrollo. Precisamente por este motivo hablamos de la psicomotricidad, una actividad que se debe fomentar desde el nacimiento, para un desarrollo saludable en los niños. En este artículo, analizaremos los mejores ejercicios de psicomotricidad para las diferentes etapas de la infancia, incluyendo a los preescolares, brindando orientación práctica para apoyar y estimular su desarrollo de manera integral y específica.

El desarrollo psicomotor y su importancia en todas las etapas de la infancia

El desarrollo psicomotor es el proceso por el cual los niños adquieren habilidades motoras, sociales y cognitivas a través de la interacción con el entorno. Este proceso es fundamental para su bienestar general, involucrando cuerpo y mente, y es único para cada niño y niña.

Precisamente porque cada camino es único y diferente, hoy preferimos hablar de "fases del desarrollo psicomotor" en lugar de "etapas", para reflejar una visión más flexible de los tiempos de maduración y los métodos de adquisición de habilidades, reconociendo la singularidad de cada persona.

Veamos ahora qué ejercicios y juegos se pueden llevar a cabo para apoyar y fomentar el desarrollo psicomotor.

La actividad física y el juego son cruciales para el desarrollo del recién nacido, y deben practicarse a diario. En el primer año de vida, los recién nacidos aprenden a levantar la cabeza, darse vuelta, sentarse, gatear, pararse y posiblemente caminar. Para desarrollar todas estas habilidades, existen ejercicios y actividades, que siempre se deben realizar siguiendo los consejos del pediatra. Los más conocidos y recomendados son:

  1. Tiempo de estar boca abajo: este concepto se refiere al tiempo que el recién nacido pasa boca abajo mientras está despierto. Este ejercicio psicomotor es crucial porque ayuda a desarrollar los músculos del cuello, la cabeza y la parte superior del tronco, además de estimular y entrenar su vista, preparándolos para sentarse, gatear y pararse cuando sean mayores. Esta posición también es importante para el niño porque le ayuda a tener una perspectiva/punto de vista diferente desde observar el entorno que le rodea y, por lo tanto, es estimulante no solo para la vista sino también para el desarrollo cognitivo. En estos momentos, para estimular al niño y entretenerlo, las colchonetas de juego y los gimnasios para bebés equipados con juegos colgantes son particularmente útiles. Es importante que durante el tiempo boca abajo el niño esté junto a un adulto y nunca se quede solo.
  2. Estiramientos y movimientos de brazos: Los movimientos de brazos y las actividades de estiramiento ayudan a su hijo a desarrollar la coordinación y la fuerza muscular.Algunos ejercicios útiles y sencillos incluyen mover los brazos del recién nacido suavemente en movimientos circulares o extenderlos hacia abajo y hacia arriba, mejorando así la flexibilidad y la fuerza. Los juegos de sonajeros https://www.chicco.it/prodotti/gravidanza-e-nascita/nascita/primi-pupazzi-e-copertine/panda-prime-attività-8058664164851-00011566000000.html, los gimnasios, los móviles de cuna y los juguetes para colgar, incluso los de las hamacas, pueden ayudar, que animan al recién nacido a estirarse y agarrar, ejercitando así los músculos de los brazos y las manos, que luego son esenciales para aprender a moverse en los meses siguientes y ampliar el conocimiento del mundo que lo rodea.
  3. Contacto visual: en los primeros meses de vida, uno de los primeros juegos psicomotrices que se juegan en casa es establecer contacto visual, y también auditivo, y hacer que el recién nacido siga los ojos y los movimientos maternos o paternos, para desarrollar los musculos del cuello y el control de la cabeza útil para la percepción y orientación en el espacio.
  4. Variedad de objetos: es importante ofrecer objetos y juegos que puedan ofrecer diferentes estímulos y actividades al niño variando por ejemplo los materiales (madera, plástico, cartón, tela...), tipo de superficie (rugosa, lisa, blanda, fría,...) para que el pequeño experimente diferentes sensaciones táctiles pero también sonidos y pesos. Los juegos con sonidos y colores vivos también son excelentes para estimular los sentidos del bebé, atraer su atención y animarlo no solo a usar sus extremidades superiores, sino también a seguir objetos con la mirada. También se pueden utilizar juegos diseñados para desarrollar la atención, con estímulos musicales y ligeros para ayudar al niño a desarrollar su capacidad de concentración y enfoque en la actividad lúdica.

Actividades, juegos y ejercicios para niños pequeños (1-3 años)

En los primeros 3 años de vida, los niños y niñas crecen de una manera sorprendente, adquiriendo continuamente nuevas y emocionantes habilidades. Para favorecer su desarrollo en la medida de lo posible, es importante ofrecerles actividades, juegos y ejercicios psicomotrices adecuados. Por ejemplo:

  1. Actividades de equilibrio y coordinación: Podes empezar con ejercicios sencillos, como subir y bajar escaleras, dar la mano o agarrarte a la barandilla en los primeros días, para mejorar la coordinación y el equilibrio. Podes crear pequeñas rutas en casa con los objetos que tenemos disponibles o utilizar kits especialmente diseñados, como el kit predeportivo Chicco, siempre cuidando de crear un entorno seguro. También hay juegos diseñados para desarrollar el equilibrio, como los correpasillos.
  2. Juegos de manipulación: el uso de lápices de colores o la resolución de rompecabezas simples, los juegos de apilamiento y entrelazamiento son actividades ideales para ayudar a los niños a manipular objetos pequeños, estimular la creatividad, mejorar las habilidades motoras finas (es decir, la capacidad de coordinar los músculos pequeños de las manos, muñecas y dedos) y la coordinación mano-ojo.
  3. Ejercicios de imitación y juegos de roles: la imitación de situaciones cotidianas, como cocinar o cuidar una muñeca, pero también la simple imitación de movimientos, como cantar mientras se aplauden o bailar con mamá o papá, son perfectos para desarrollar las habilidades sociales y cognitivas del niño o niña.

Es importante supervisar siempre al niño durante estas actividades, estar siempre dispuesto a ayudarlo, sin reemplazarlo, en caso de necesidad o de la mejor manera para manejar caídas e imprevistos mientras explora el mundo que lo rodea.

Las mejores actividades y juegos de psicomotricidad para niños en edad preescolar (3-5 años)

Los niños en edad preescolar, entre los tres y los cinco años, experimentan una fase crucial de su desarrollo, en la que adquieren habilidades sociales, cognitivas y emocionales. Involucrarlos en juegos y ejercicios para desarrollar habilidades psicomotoras específicas puede ayudar a estimular su aprendizaje y crecimiento. Acá hay algunas ideas de actividades que apoyan el desarrollo de los niños de este grupo de edad:

  1. Juegos de movimiento: crear carreras de obstáculos con almohadones, pequeños obstáculos y túneles donde los niños puedan correr, saltar y trepar (con seguridad) ayuda a desarrollar la coordinación motora y el equilibrio, así como los ejercicios psicomotrices y los juegos con la pelota pueden mejorar la coordinación mano-ojo y la fuerza física. Bailar también puede ser una forma divertida de desarrollar el sentido del ritmo, la coordinación y la autoexpresión.
  2. Actividades de precisión: crear collages, manipular diferentes materiales, grabar, así como dibujar y empezar a familiarizarse con las letras y los números, escribiéndolos, son actividades perfectas para desarrollar la motricidad fina, la creatividad y la coordinación mano-ojo. Los rompecabezas, por otro lado, también son perfectos para desarrollar habilidades de resolución de problemas. Podes crear juegos de precisión y manipulación a partir de material sencillo que tengas disponible en casa, como masa de sal, una pasta gruesa o botones para enhebrar un collar. Lo importante es que sean materiales seguros y que nunca se deje solo al niño durante estas actividades.
  3. Trabajo en equipo y juegos cooperativos: seguir las reglas, compartir y trabajar en grupo son actividades muy importantes para todo ser humano y vale la pena comenzar a desarrollarlas antes del inicio de la escuela. Los juegos también pueden ser juegos de rol, para desarrollar aún más las habilidades sociales y emocionales, así como la creatividad.
  4. Juego de roles: Animar a los niños a inventar juegos simbólicos y repetitivos, que se expanden a escenarios de juego más complejos, puede ayudarles en su desarrollo cognitivo y social. Por ejemplo, se les puede animar a interpretar los cuentos que se les leen, desarrollando escenarios alternativos e imaginativos: esto mejora el vocabulario, la comprensión y las habilidades narrativas. O, usando cajas, frascos, paquetes vacíos, te podes imaginar comprando en el supermercado; con los libros para casa, en cambio, te podes imaginar estando en la biblioteca. Todos juegos que desarrollan habilidades sociales y entrenan la imaginación.

Estos ejercicios, adaptados a las nuevas necesidades, también son adecuados para niños y niñas mayores, pero teniendo en cuenta que, a partir de los 6 años, todo cambia. A partir de esta edad se inicia la organización de las percepciones corporales, pasando de una percepción externa (mirar, tocar, sentir) a un proceso de interiorización. Los niños desarrollan una mayor conciencia de las partes individuales del cuerpo y del ego, percibiendo el cuerpo como una unidad simétrica y reconociendo el predominio de la mano, el pie, el ojo y la oreja.

Un hogar para crecer

Todas las actividades nombradas anteriormente deben llevarse a cabo bajo la cuidadosa supervisión de un adulto y en un espacio adecuado para el crecimiento y la exploración seguros. En resumen, ¡en un hogar a prueba de niños! Crear un espacio seguro, donde puedas crecer y explorar, es posible siguiendo algunos consejos:

  • Los juegos deben estar diseñados para la edad del niño o niña, capaces de estimular los sentidos con texturas, colores, sonidos y otros detalles, así como organizados en contenedores accesibles. Muchos expertos recomiendan juegos inspirados en el Método Montessori. Son perfectos para ayudarles a desarrollar el pensamiento lógico, la orientación, la creatividad y las habilidades lingüísticas de forma independiente, gracias al enfoque de autocorrección.
  • El espacio debe ser seguro, pero explorable: el suelo debe ser adecuado para el juego y los primeros intentos de movimiento autónomo, también estimulante desde el punto de vista sensorial, y debe haber espacios seguros en los que gatear o trepar, por ejemplo, utilizando almohadones y otros objetos. Hay que tener cuidado con los bordes y las tomas de corriente, así como con los cables y otros objetos potencialmente peligrosos.
  • El juego es importante, pero también lo es el descanso y la calma. Por esta razón, todos los niños y niñas deben tener acceso a espacios donde puedan tomar un descanso de la emoción y de cualquier actividad grupal.
  • Crecer implica riesgos, y por esta razón el espacio debe estar diseñado para permitir juegos, ejercicios y caminos psicomotrices siempre bajo la atenta mirada de adultos responsables.

El pediatra o un psicomotricista puede evaluar el desarrollo psicomotor del niño con herramientas especializadas y proporcionar a los padres herramientas prácticas, claves de interpretación y apoyo para la observación, estimulación y comprensión de la conducta de su hijo o hija.

Además de crear un ambiente seguro y estimulante, también es fundamental recordar que cada niño es único, con sus propios tiempos y dinámicas. ¡Se paciente y permiti que tu hijo o hija explore y aprenda a su propio ritmo!