Desarrollo psicomotor del recién nacido
Las fases del desarrollo de tu hijo y estrategias para apoyarlo
En este artículo
- Fases o etapas del desarrollo psicomot
- ¿Qué factores inciden en el desarrollo psicomotor del recién nacido?
- Desarrollo psicomotor en el recién nacido de 0 a 6 meses
- Desarrollo psicomotor en el recién nacido de 6 a 12 meses (y más allá)
- ¿Cómo apoyar al recién nacido en el proceso de desarrollo psicomotor?

Desarrollo psicomotor del recién nacido
Durante los primeros meses de vida, los recién nacidos atraviesan un rápido proceso de desarrollo psicomotor, en el que comienzan a familiarizarse con su cuerpo, el entorno que les rodea y las figuras afectivas de referencia. Este proceso implica una amplia gama de habilidades sensoriales, motoras, cognitivas, relacionales y sociales, todas ellas cruciales para su crecimiento y desarrollo.
En este artículo, exploraremos juntos las principales etapas del desarrollo psicomotor del recién nacido, así como los factores que influyen en él y las mejores estrategias para apoyarlo.
Etapas o fases del desarrollo psicomotor
Aunque la expresión etapas del desarrollo psicomotor sigue siendo muy utilizada, hoy en día preferimos hablar de fases del desarrollo psicomotor. Esta terminología permite una concepción más flexible de los tiempos de maduración y de los métodos de adquisición de habilidades, reconociendo la singularidad de cada recién nacido. De hecho, el desarrollo de cada niño es único, influenciado por factores genéticos y ambientales, como el vínculo con los padres y las experiencias de vida.
Las etapas del desarrollo psicomotor representan los momentos fundamentales en los que el niño adquiere habilidades, siguiendo una secuencia universal guiada por la maduración del sistema nervioso central. Comprender y reconocer estas fases es vital para identificar cualquier desviación en el desarrollo e intervenir con prontitud, asegurando así un apoyo adecuado y un desarrollo saludable del niño.
En general, en el primer año de vida, las cuatro fases de desarrollo más comúnmente consideradas son:
- 0-3 meses;
- 3-6 meses;
- 6-9 meses;
- 9-12 meses (esta fase del desarrollo psicomotor puede extenderse hasta los 18 meses).
La evaluación del desarrollo psicomotor la realiza el pediatra. Esto se hace a través de la Escala de Evaluación del Comportamiento Infantil (NBAS), creada por Berry Brazelton en 1973.
A pesar de ello, el papel de los padres es fundamental. Participan activamente en la observación, estimulación y comprensión del comportamiento del recién nacido, así como en las correcciones necesarias.
¿Qué factores influyen en el desarrollo psicomotor del recién nacido?
El desarrollo psicomotor del recién nacido está profundamente influenciado por la calidad de las relaciones con los adultos y el entorno que lo rodea. Cuando estas interacciones son positivas y el contexto de crecimiento es favorable, el niño puede progresar sin problemas en las diversas etapas del desarrollo.
Precisamente por eso, los adultos juegan un papel crucial en guiarlo y apoyarlo, siempre respetando su tiempo y animándolo en su camino de aprendizaje. Solo así, de hecho, será posible no solo facilitar el correcto desarrollo psicomotor, sino también la formación de la autoestima.
Por ejemplo, los adultos pueden promover el desarrollo de la masa muscular del cuello y el tronco, que es esencial para lograr sentarse primero y gatear después, fomentando el juego en posición prona, el tiempo boca abajo y ofreciendo apoyo durante las experiencias tempranas de sentarse. Alcanzar esta capacidad supone un hito importante en el desarrollo motor del recién nacido, permitiendo una mayor autonomía en los movimientos y facilitando la exploración y la motricidad fina, es decir, la capacidad de realizar movimientos precisos con las manos, gracias a la coordinación entre ojos y manos y al uso independiente de los dedos.
Desarrollo psicomotor en el lactante de 0 a 6 meses
Durante los primeros 6 meses de vida, el recién nacido experimenta una serie de avances importantes en el desarrollo psicomotor. Estos incluyen el control de la musculatura de la cabeza, el desarrollo de la coordinación mano-mano-boca y la adopción de posturas semisentadas, que anticipan la capacidad de sentarse de forma independiente.
Aunque cada recién nacido es único, en general su desarrollo seguirá estos pasos:
- Fase 0-3 meses: En los primeros tres meses de vida, el recién nacido necesita ser sostenido y apoyado durante sus actividades diarias. De hecho, todavía no es capaz de controlar sus posiciones de forma independiente. Por esta razón, es esencial prestar atención a la alineación y estabilidad de todo el cuerpo, no solo de la cabeza. También necesita estar contenido y permanecer muy en contacto con la madre y el adulto de referencia. En general, en esta etapa del desarrollo psicomotor, el portabebés es una herramienta muy útil para apoyar y transportar al recién nacido. A la hora de utilizar el cochecito, en cambio, es recomendable contar con un reductor que mantenga el cuerpo alineado. El baño y el masaje, por su parte, ofrecen una experiencia sensorial y relacional de gran valor.
- Fase 3-6 meses: Durante este tiempo, el recién nacido muestra avances importantes en el desarrollo psicomotor. Su interés por el entorno que lo rodea, su coordinación ojo-mano-boca y su capacidad para interactuar con personas y objetos aumenta: puede jugar a sencillos juegos de intercambio interactivos, volverse hacia la persona que habla o canta, reaccionar a su propia imagen en el espejo. Además, fortaleces el control de tu cabeza y tronco superior, mejorando tu equilibrio en posiciones horizontales y comenzando a adoptar una postura semisentada. Por lo tanto, es el momento ideal para introducir los primeros juguetes y fomentar la motricidad fina, sin dejar de mantener el apoyo en posiciones semisentadas o inclinadas.
Desarrollo psicomotor en el lactante de 6 a 12 meses (y más allá)
A partir de los 6 meses de edad, el recién nacido experimenta una verdadera revolución en su desarrollo psicomotor. En tan solo unos meses, pasa de poder sentarse de forma independiente a dar los primeros pasos por su cuenta, siempre con el apoyo de un padre, una pared o jugando sus primeros pasos. De esta manera, comienza a ser capaz de explorar el mundo de forma independiente.
Veamos las características de las siguientes dos fases:
- Fase de 6 a 9 meses: un bebé de 6 meses logra importantes objetivos motores, como la capacidad de sentarse de forma independiente y los primeros movimientos de exploración en el espacio circundante. Este período también marca un aumento en la manipulación y las habilidades motoras finas, como la capacidad de comer con los dedos (dedo índice y pulgar). Los 9 meses deben marcar el logro de la posición de pie. En esta fase, también comienza a participar activamente en la secuencia emocional (por ejemplo, es capaz de regocijarse al sentir la causa de un evento) y a diferenciar las diferentes fases de la misma emoción. A nivel social, comienza a tomar la iniciativa en el intercambio interactivo, experimenta éxitos tempranos o inferencias en el logro de una meta, muestra interés en otros niños y sacude la cabeza para decir "no".
- Fase de 9-12 meses: alrededor de los 9 meses, el bebé se vuelve cada vez más autónomo en sus movimientos horizontales y verticales, explorando el mundo que lo rodea con creciente curiosidad y confianza. La adquisición de la posición de pie y los primeros pasos representan un objetivo importante, que se logra a través del ejercicio y la exploración. A nivel emocional, esta fase marca la capacidad del niño para modular, de forma cada vez más fina, la expresión de sus emociones. Muestre afecto y participe en juegos interactivos sencillos con los adultos y sus compañeros, salude con las manos e imite los movimientos de los demás (p. ej., aplaudir).
¿Cómo apoyar al recién nacido en el proceso de desarrollo psicomotor?
Para apoyar al recién nacido durante el desarrollo psicomotor, es crucial proporcionar un entorno seguro y estimulante, junto con ejercicios específicos y una supervisión cuidadosa.
En las primeras etapas del desarrollo de su recién nacido, puede ayudarlo a fortalecer los músculos necesarios para mantener una posición sentada animarle a jugar en posición prona, con la ayuda de un Alfombrajuego de niños, para desarrollar la parte superior del tronco.
El uso de juguetes interactivos es igualmente importante para estimular el interés del recién nacido y fomentar la participación activa durante las sesiones de juego. Los juguetes suaves, coloridos y táctiles pueden captar la atención de su hijo y alentarlo a alcanzar, agarrar y manipular objetos a su alrededor, estimulando la experiencia sensorial.
Durante las primeras experiencias de sedestación autónoma, es fundamental garantizar un entorno protegido para el recién nacido. Es aconsejable colocar cojines o alfombras blandas alrededor del recién nacido, y permanecer siempre cerca durante las sesiones de juego.
A medida que el niño crece, es importante ofrecerle juegos y estímulos adecuados a la fase de crecimiento. Entre los 6 y los 9 meses, los juegos multiactividad pueden ser útiles para estimular sus ganas de descubrir y los juegos entrelazados o apilables que apoyan no solo la coordinación mano-ojo sino también la motricidad fina.
Alrededor de los 9 meses, cuando el niño se vuelve gradualmente más consciente de sus emociones, los juegos educativos pueden ser útiles para ayudarlo a conocer y reconocer las emociones, como Teddy, el oso de las emociones Chicco.
La marcha autónoma representa uno de los hitos fundamentales en el desarrollo psicomotor del recién nacido, contribuyendo a su crecimiento tanto psicológico como motor. Una vez que el recién nacido comienza a dar sus primeros pasos, es fundamental prestar especial atención a dos elementos fundamentales: los juguetes y el calzado.
Los juguetes para montar son uno de los productos favoritos de pediatras y padres en la fase de primeros pasos.
Estas son una excelente manera de ayudar a su recién nacido a mejorar el control de su cuerpo, fomentando la exploración con una base segura y estable. Además, son perfectos para ayudarle a mejorar su sentido del equilibrio y su desarrollo psicomotor de forma natural y espontánea.
Al mismo tiempo, es fundamental elegir los zapatos adecuados para los primeros pasos : estos deben ser flexibles en los lugares adecuados, suaves y con una plantilla que pueda dar los estímulos adecuados al pie, para acompañar correctamente al niño durante la transición de la fase de gateo a la posición de pie.
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