Cómo educar a los niños en el respeto por el medio ambiente

Descubre cómo enseñar a los niños el respeto por el medio ambiente con algunos simples gestos cotidianos: la experiencia directa es fundamental para aprender mejor

https://www.chicco.com.ar/dw/image/v2/BJJJ_PRD/on/demandware.static/-/Sites-Chicco-Argentina-Library/es_AR/dw53268a52/EDUCARE_BAMBINI_AMBIENTE_1440X810.jpg

Cómo enseñar a los niños a cuidar el medio ambiente

¿Cómo podemos, junto a nuestros niños, contribuir a mejorar la situación ecológica actual? ¿Y cómo enseñarles el amor y el respeto por el medio ambiente? Para hacerlo, primero debemos reconocer cuán "competentes" son nuestros niños desde una edad temprana y cuán su interés y curiosidad hacia los animales y la naturaleza pueden ser un pretexto para que nosotros, los padres, les enseñemos a ser más conscientes sobre la salvaguarda del medio ambiente. ¿De qué manera los niños aprenden el respeto por el planeta Tierra? A través del ejemplo de nosotros, los adultos. Cada uno puede y debe hacer algo. Pequeños y grandes juntos.

La importancia del ejemplo de los adultos

Los niños aprenden el respeto por la naturaleza a través del ejemplo. Aquí hay algunas ideas: podemos comenzar cerrando el grifo mientras nos lavamos los dientes, respetando la separación de residuos dentro y fuera de casa, reduciendo el desperdicio de comida, hasta llegar a visitas estructuradas a granjas que respeten a los animales. El mensaje que debemos transmitir es que cada uno de nosotros, independientemente de la edad, puede y debe hacer algo. 

Cómo enseñar a los niños el respeto por el medio ambiente

Hoy en día, se ha vuelto necesario que los pequeños sean "educados en el respeto por el medio ambiente". Aunque desafortunadamente en los últimos años las oportunidades que los niños han tenido para entrar en contacto con la naturaleza han sido limitadas debido a la pandemia, el niño necesita tener "experiencia directa" para poder aprender mejor. Ya no es suficiente ir al parque y observar una flor o una planta para sentirnos más cerca de la naturaleza; es necesario ayudar a los niños a cultivar un sentimiento de verdadero amor por la tierra: de aquí nace la importancia de una educación ambiental concreta, tanto en el hogar como en la escuela, que implique vivir la naturaleza no solo con nociones abstractas, sino haciendo que los niños se sientan parte de algo más grande, haciéndolos sentir responsables.

Partir de gestos simples y cotidianos

En 1993 se publicó un pequeño libro, dedicado al tema del medio ambiente, “50 cosas que hacer junto a los niños para ayudar al planeta Tierra” (50 Simple things you can do to save the earth). El librito presentaba sugerencias también mínimas y a veces obvias, pero si todos nosotros hubiéramos puesto en práctica esas indicaciones, hoy podríamos haber hecho la diferencia. Por lo tanto, debemos crear en cada uno de nosotros un pensamiento atento a nuestros gestos cotidianos para respetar el medio ambiente. Debemos cambiar la mentalidad colectiva empezando por nuestros niños y hoy más que nunca tenemos el deber de poner en práctica nuevos hábitos para limitar la contaminación de la Tierra y de los mares.

Consejos prácticos para enseñar a los niños el respeto y el cuidado por el medio ambiente.

Aquí hay algunas cosas que podemos empezar a hacer concretamente junto a nuestros niños:

 

  • Comprender la recogida selectiva de residuos.
  • Ayudar a los niños a preferir la fruta y la verdura de temporada.
  • Ayudar a los niños a evitar el derroche, midiendo también la cantidad de comida para no desperdiciarla.
  • Enseñar a nuestros hijos a reciclar los alimentos (el pan duro se puede utilizar para hacer excelentes albóndigas).
  • Acostumbrar a los niños, desde el destete, a una alimentación más saludable.
  • Acompañar a nuestros hijos a apreciar el sabor de las verduras y de la fruta, que a menudo son reemplazadas por snacks rápidos y ya empaquetados.
  • Ir con nuestros pequeños a las granjas para familiarizarse con los animales y la naturaleza.
  • Aprender a tomarnos el tiempo para jugar con ellos con juegos simples de agua o reutilizando materiales que ya están en casa.
  • Cocinar con ellos, satisfaciendo su curiosidad de tocar los alimentos, admirar los diferentes colores, los olores distintos, respondiendo siempre con explicaciones cuidadosas.
  • Recolectamos junto con ellos la comida sobrante o tiramos el pañal en los cubos de basura apropiados.
  • Insertamos dibujos que representen el contenido, para que incluso el niño más pequeño pueda volverse autónomo en la recogida selectiva.

Estas son solo algunas pequeñas acciones cotidianas que, si se realizan con regularidad, desarrollarán un sentido de pertenencia más respetuoso y duradero.


Finalmente, solo nos corresponde a nosotros los adultos, cambiando nuestro estilo de vida, enseñar a los niños el respeto y el cuidado por el medio ambiente.