Cuidar el menú diario es fundamental para asegurar el bienestar general de la madre. A la vez, en el periodo de lactancia, también beneficiará al bebé y a su crecimiento.
Veamos las cuestiones importantes hay que tener en cuenta en este periodo tan importante para la vida del bebé.
Además de representar un momento muy íntimo y mágico, la lactancia materna es un gesto importante desde el punto de vista nutricional para el bebé.
De hecho, el bebé recibe todos los nutrientes que necesitará para su crecimiento y salud. Para ello es importante seguir unas sencillas pautas:
Tener una dieta variada y equilibrada
Alimentarse con alimentos nutritivos
Ingerir abundante agua
Evitar bebidas alcohólicas
A continuación desarrollamos estas pautas claves para la alimentación saludable.
Ahora que estás amamantando necesitas prestar más atención a tu nutrición, una dieta variada y completa de todos los nutrientes.
Para esto es importante un aporte óptimo de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Desde el punto de vista nutricional, para que el bebé se beneficie de todas las ventajas de la lactancia materna, tendrás que ingerir unas 500 calorías más al día, que se pueden asimilar gracias a una pequeña ración de alimento extra.
La ingesta regular de carne, pescado, lácteos, cereales, legumbres, frutas y verduras garantiza a la nueva madre el aporte de todos los nutrientes esenciales para mantener un nivel óptimo de energía.
La carne, el pescado y los productos lácteos son ricos en minerales y vitaminas, además de ser una excelente fuente de proteínas y grasas.
Las frutas, verduras, legumbres y cereales proporcionan carbohidratos y satisfacen las demandas de fibra, vitaminas y oligoelementos.
Los aceites vegetales crudos, como el aceite de oliva virgen extra, completan el cuadro nutricional y son una excelente fuente de ácidos grasos beneficiosos y vitamina E.
En caso de que seas vegetariana no tendrás ningún problema. Mientras que en la dieta vegana, la leche materna puede ser deficiente en vitaminas B12, por lo tanto deberás ingerir la vitamina de otra manera.
Beber líquidos durante el día es fundamental durante la lactancia para satisfacer la sensación natural de sed.
La madre, por tanto, debe beber cuando tiene sed o si nota que su orina es baja o concentrada.
El agua es la mejor bebida hidratante: constituye el 80% de la composición de la leche, regula el equilibrio hidrosal y favorece la eliminación de residuos.
Los jugos de verduras frescas o centrifugadas son una alternativa válida. Los jugos de frutas, incluso aquellos sin azúcar agregada, deben consumirse con moderación.
En la dieta de la lactancia materna no hay alimentos prohibidos (ajo, cebolla, brócoli ...) además porque en la vida intrauterina el bebé ya se acostumbra a los sabores, sabores o especias.
Cuanto más variada es la dieta de la madre, más cambia el sabor de la leche y más sabor siente el bebé.
Además, la comida es parte de la cultura, por lo que respetar los hábitos alimentarios significa respetar la cultura de una persona.
Deben evitarse las bebidas alcohólicas y las que contienen sustancias excitantes, como cafeína y teína, deben consumirse con moderación.