De dos a tres: cómo ser individuos, padres y pareja

Convertirse en padres: ¿Cuál es la mejor forma de afrontar este cambio?

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Cuando llega un bebé la vida de la pareja cambia inevitablemente, la atención de mamá se centra en el cuidado del niño y papá puede acabar sintiéndose abandonado. Sin embargo, lo mismo puede pasar al revés, los padres pueden estar tan ocupados por sus hijos que descuidan los desafíos que enfrenta su pareja. ¿Cuál es la mejor manera de navegar en esta época de grandes cambios como pareja y familia en lugar de como individuos aislados?

Si surge una crisis importante recomendamos consultar a un especialista, pero te damos algunos consejos básicos pueden ayudarte a abordar mejor los desafíos que surgen con este momento de agitación.

 

Reserva algo de tiempo para ti y también pasa algo de tiempo en pareja.

Puede que nos hayamos convertido en padres, pero también seguimos siendo individuos y pareja. Puede parecer impensable o incluso "incorrecto" esperar tener algo de tiempo para ti lejos del bebé, pero no lo es. Mantener el equilibrio que han logrado como pareja y reservar un tiempo para ustedes no le robará a su hijo de ninguna manera. De hecho, le proporcionará unos padres más unidos y quizás incluso más relajados. Lo mismo ocurre cuando se trata de momentos íntimos y sexualidad, dense tiempo para redescubrir juntos este lado de las cosas, aguardando el momento del otro. 

 

Pedir ayuda

No somos mujeres maravillas ni superhombres, somos seres humanos. Algo que debemos recordar cuando nos convertimos en padres.

Cuando la presión y las preocupaciones aumentan y nuestros días se nublan por la ansiedad, es hora de pedir ayuda. No lo veas como un signo de debilidad, sino como una fortaleza: "Me doy cuenta de que no puedo hacer todo y estoy dispuesto a pedir ayuda". A menudo, incluso unas pocas horas al día, nos darán la oportunidad de recargarnos. Podemos pedirle ayuda a un amigo o familiar, lo más probable es que aproveche la oportunidad. El apoyo emocional y material también es muy importante tanto para el individuo como para el bienestar de la pareja. Contar con el apoyo de amigos y familiares proporciona un amortiguador protector contra los momentos estresantes que debilitan nuestra estabilidad como pareja. 

 

No luches por la perfección, no existen los padres perfectos

La paternidad no viene con un manual, aunque hay innumerables libros que pueden ofrecer algo de ayuda. Aún así, nuestro instinto es a menudo una de las mejores herramientas que tenemos. Tener miedo de cometer errores y preocuparnos cuando no podemos entender lo que nuestro hijo necesita, nos convierte en buenos padres. Cuando nuestro hijo llora, no hay forma de que sepamos lo que necesita de inmediato. ¿Tiene hambre? ¿Tiene cólicos? ¿Está cansado? Lo resolverás antes de lo que piensas y la comunicación entre usted y su hijo será cada vez más fluida. La comunicación también juega un papel importante en la pareja. Con un bebé cerca, la comunicación debería aumentar en lugar de disminuir. Comparta sus dudas e incertidumbres con su pareja. El nacimiento de un hijo puede revelar sus fortalezas ocultas como pareja y, al mismo tiempo, servir como una oportunidad para crecer juntos.

 

Perdonense el uno al otro

El miedo es un sentimiento perfectamente normal cuando se experimentan grandes cambios. Tener un bebé es una nueva fase, estamos experimentando y es nuestra primera vez, así que está bien preocuparse. Al mismo tiempo, debemos evitar que nuestros miedos crezcan hasta el punto de paralizarnos. La vida presenta muchos desafíos y este es uno de ellos. Hemos tratado con éxito las dificultades en el pasado, ¿por qué debería ser diferente? Creamos en nosotros mismos

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