Los consejos adecuados para entrenar y mantenerse en forma durante el embarazo.
Seguir adelante con la actividad física durante el embarazo
El ejercicio en el embarazo no está contraindicado, a menos que haya patologías particulares o condiciones de riesgo que requieran un descanso absoluto. De hecho, en la mayoría de los casos, incluso se aconseja desde los primeros meses porque promueve el tono muscular y la elasticidad, mejora la circulación y contrarresta la retención de líquido en las piernas. Sin embargo, durante la gestación, el deporte debe practicarse con moderación, especialmente en el primer trimestre cuando la mujer está más cansada y tiene cambios hormonales.
Ejercicios en el embarazo: actividades específicas para los primeros meses
Es posible asistir a un gimnasio durante el embarazo, siempre y cuando la futura madre se limite a actividades específicamente diseñadas para su situación. Los ejercicios útiles para fortalecer los músculos abdominales y lumbares, por ejemplo, son particularmente útiles para mantener la postura correcta durante el crecimiento del vientre. También es importante el fortalecimiento de los músculos del perineo, para los cuales existen movimientos diseñados para este propósito. Deben evitarse los aeróbicos, los saltos y el trabajo muscular intenso. El deporte más indicado en el primer trimestre es la natación: es relajante, no se expone al riesgo de traumas o esfuerzos excesivos y tonifica toda la musculatura.
Relajación y fortalecimiento en la última fase
A medida que avanza el embarazo, los movimientos comienzan a ser limitados y la respiración es más difícil debido a la compresión del diafragma. Es hora de detener los ejercicios dedicados a los abdominales, que podrían estimular las contracciones. En su lugar, es mejor participar en ejercicios de respiración, ejercicios de relajación o fortalecimiento de los músculos lumbares, que son esenciales para prevenir el dolor de espalda. Las actividades acuáticas son particularmente útiles y relajantes en esta fase de la gestación: el cuerpo se aligera, los movimientos se facilitan y la presión hidrostática favorece el retorno venoso, mejorando la vascularización de los miembros inferiores y contrarrestando la hinchazón y la pesadez.
Fitness durante el embarazo, sí, pero con precaución
El ejercicio físico para la mujer embarazada es recomendable, pero debemos evitar algunos errores que podrían poner en peligro la salud de la madre y el bebé. Por esta razón, es importante consultar siempre al ginecólogo antes de comenzar cualquier actividad física. Además, es necesario un cambio de actitud en esta nueva etapa, aceptando que no se podrá obtener el mismo rendimiento por el momento, y que ciertas señales, como contracciones o quedarse sin aliento, no se deben tomar a la ligera. Deben de ser evitados los deportes que sean demasiado intensos o que puedan causar una lesión.