Abrazos y caricias son el primer medio de comunicación afectiva entre una mamá y su bebé.
El tacto es uno de los principales sentidos, el primero en desarrollarse, apareciendo ya en la panza. Durante los primeros meses, entonces, el bebé toma conciencia de su persona física a travñes de la exploración táctil de su cuerpo, de las caricias y del contacto diario con mamá
Pero, lejos de ser solo una percepción física, el tacto juega un rol importante inclusive en el rol de relaciones afectivas.
Es impresionante la habilidad de la piel del bebé de percibir estímulos sensoriales y todas sus implicancias emocionales y, gracias al contacto de piel a piel con la mamá, se crea un vínculo especial entre ellos. Al bebé le encanta ser abrazado y acariciado así que no tomas abrazarlo demasiado! Para el bebé, los mimos no son un malcrío sino una demostración de afecto y cariño.
Los masajes infantiles son una experiencia útil y estimulante para comunicarte con tu bebé y para fomentar su experimentación del mundo exterior. Es una tradición antigua que se puede encontrar en varias culturas, donde se celebra como el lenguaje no hablado que es más accesible para un bebé recién nacido, así como una manera de reconocer de manera temprana sus necesidades físicas y emotivas y para establecer con él una relación especial e irrompible al mismo tiempo.