Ingreso a la guardería: Cómo funciona

Lo primero que hay que recordar cuando se trata de comenzar a ir a la guardería es que los únicos que no saben por qué tienen que ir a la guardería son nuestros propios hijos. Son los padres quienes eligen, y esto debe evaluarse cuidadosamente. Activa tu sexto sentido para saber si la guardería es adecuada para vos y tu niño. Es fundamental darse cuenta que el ingreso a la guardería es el primer desprendimiento real que los niños experimentan de la figura materna/paterna y por lo tanto debe ser vivido con extrema calma, confianza y serenidad. ¿Como? Ahora veamos algunos consejos para afrontar mejor este importante y delicado momento.

SE SERENO/A Y CONFÍA EN LOS EDUCADORES

Es fundamental emprender esta nueva experiencia la contención familiar: cuando la madre/padre se siente seguro y confiado en el nuevo entorno, automáticamente, a través de una verdadera empatía afectiva, también lo estará el bebé. El ajuste en el nuevo contexto será fácil si lo es para los padres. Puede parecer trivial, pero al elegir la guardería no solo se debe evaluar la comodidad o el precio, sino "sentir" que es el lugar adecuado y es importante que los profesionales también sean cariñosos con los padres. La guardería da la bienvenida a mamá y papá, así como a los niños.

INGRESO EN LA GUARDERÍA: A PARTIR DE QUÉ EDAD

No existe una edad adecuada para comenzar el jardín de infantes; lo correcto es no culpar a la madre cuando decide (o se ve obligada) a volver al trabajo, aunque el bebé tenga muy pocos meses: de hecho, es un momento de transición particularmente importante para ambos, durante el cual es necesario que los padres encuentran el equilibrio adecuado para conciliar el trabajo y la familia. Durante los primeros meses de asistencia es probable que se te escapen unas lágrimas al dejarlo o buscarlo, no te preocupes... ¡es solo la emoción de separarse o volverse a ver!

ADAPTACION A LA GUARDERIA: NO TENGAS PRISA

La primera regla para una adaptación serena en la guardería es no apresurar las cosas. La adaptación lleva tiempo, un tiempo subjetivo porque no todos los niños son iguales, ni todas las edades. Por lo general, se requieren al menos 10 días hábiles para la inserción, durante los cuales el padre o madre llega a la guardería con el niño, acostumbrándose tranquilamente a los nuevos tiempos y lugares; incluye un momento de juego con la madre/padre presente y luego, lentamente, un desapego gradual para permitir que el niño explore el entorno y conozca a las personas que lo cuidarán cuando la madre/padre se haya ido a trabajar. En el momento adecuado, la dupla madre/padre-hijo ganará confianza y familiaridad con las educadoras y entonces todo será más fácil.

ENTREGA DEL NIÑO AL REGRESO DE LA MADRE/PADRE

Finalmente, recomendamos, para que la estancia en la guardería sea un momento sereno, siempre tranquilizar al niño (¡de cualquier edad!) sobre el regreso de la madre (u otra figura parental importante para el niño). No olvidemos que los niños son más competentes de lo que pensamos. La certeza de que la madre/padre siempre regresa permitirá que el niño se sienta tranquilo durante todo el día.